martes, 15 de septiembre de 2009

Epistola para los enemigos‏

''Mi arma es la poesía

y la policía no sabe encontrarla

cuando me palpa contra una pared oscura

cacheteada por la luz de las sirenas''



Nuestras letras armadas los están apuntando. Nuestras letras amadas los vencerán... por una energía latina desgastada en prolongadas resistencias.

Todos sabrán que la voz es para trabajar las verdades. Hay hombres que piensan lo mismo y aun no hacen nada juntos... como decir que el crimen legal no nos representa.

Somos los hijos de esta tierra que nos usurparon por la fuerza del odio y la recuperaremos por la fuerza del amor.


Con la tierra alambrada y su naturaleza en una aniquilación acelerada, la juventud pronto va a cansarse, pronto va a despertar, pronto va a darse cuenta que una pared hecha de dinero y bonos y cheques y acciones y tarjetas no puede resistir mucho mas.

Vamos a arrojar poesías hechas molotovs. No solo afectaran a los que están en contra, también a los que no hicieron nada a favor... Estamos avisados!


Volveremos silbando a la luna. Tejidos o desprotegidos, rebeldes o cómplices, control obrero o esclavitud asalariada. Democracia que cambia los electos y sigue sirviendo al capital o la revolución que elimina las jerarquías para servir al pueblo.

La batalla se presenta sin trincheras, sin rivales visibles. Cada escéptico un desertor. Cada hombre que malgasta su vida haciendo rico al otro sin poder desarrollar sus capacidades innatas es un daño colateral.


Viajaremos a los lugares secretos donde crearemos una revolución solidaria capaz de desenmascarar a la violencia. Les devolveremos una seriedad compasiva del hombre que llora y nadie lo ve.

Dominados por la decadencia a la que no queremos pertenecer, estallamos en cientos de formas de pureza ingobernable.


El sol que nunca sufrió el frío nos acobijo sobre un pedazo del mundo, justo cuando llovía oscuridad ocultando hasta las sombras de nuestros corazones insurgentes. Y ahí el mundo se movía sin movernos y teníamos una nueva oportunidad de usar nuestra energía para desatar las locuras mas cuerdas que nuestros sentidos nunca imaginaron.


El enemigo no da tregua. Cada niño que muere de hambre o de enfermedad es una baja en la vida del pueblo. Es incomodo tomar consciencia plena que vivimos en guerra, que en cada paso en la determinación de los pueblos se agrava el enfrentamiento. Nos educaron para obedecer y temer. Y el miedo actuá como arma química. ¿Cuanto mas creen que podemos permitir que la violencia pasee tranquila entre nosotros?


Ahora vemos la oscuridad gracias a las estrellas, o basta encender la pantalla o comprar un diario para leer comunicados del que te ataca. Es una cacería, no un combate. ¿Cuanto mas creen podemos seguir huyendo? El enemigo no se detiene si nosotros retrocedemos.

Nosotros heredamos esta lucha casi perdida. Pero cada tanto nacen unos que mejores preparados lucharan con paz hasta que las armas se auto-destruyan.


Nadie podrá detener la sonrisa que llevamos, no podrán sacárnosla ni arrancándonos la boca. Vengan o no vengan los vamos a buscar porque esto ya comenzó.


Amael

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